Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido que se forman en los ovarios y son comunes en las mujeres en edad fértil. Muchas veces, los quistes ováricos no causan síntomas y desaparecen por sí solos. Sin embargo, en algunos casos, la presencia de quistes ováricos durante el embarazo puede plantear preocupaciones, especialmente si causan síntomas importantes o representan un riesgo para la gestación. En este artículo, exploraremos cuándo considerar la cirugía para tratar quistes ováricos durante el embarazo.

**Quistes de Ovario y Embarazo:**

Durante el embarazo, es posible que las mujeres desarrollen quistes ováricos debido a los cambios hormonales y fisiológicos que experimentan. Estos quistes suelen ser funcionales y a menudo desaparecen durante el transcurso del embarazo sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en ocasiones, los quistes ováricos pueden causar síntomas como dolor pélvico, distensión abdominal, sangrado anormal o torsión del quiste, lo que puede requerir intervención médica.

**Cuándo Considerar la Cirugía:**

– **Torsión del quiste:** Si un quiste ovárico se retuerce, puede interrumpir el flujo sanguíneo al ovario, lo que puede ser una emergencia médica. En estos casos, se puede considerar la cirugía para desenroscar el quiste y preservar la salud del ovario.

– **Quistes sintomáticos:** Si los quistes ováricos causan síntomas significativos como dolor severo, sangrado abundante o complicaciones que afectan la gestación, el equipo médico puede decidir realizar una intervención quirúrgica para abordar el problema.

– **Quistes complejos:** En presencia de quistes ováricos que presentan características atípicas en las pruebas de imagen, como septaciones, áreas sólidas o crecimiento rápido, puede ser necesario realizar una cirugía para evaluar y tratar el quiste, y descartar la presencia de tumores u otras complicaciones.

**Consideraciones Importantes:**

Es crucial que la decisión de realizar una cirugía para tratar quistes ováricos durante el embarazo se base en una evaluación exhaustiva de los riesgos y beneficios, y tenga en cuenta la salud tanto de la madre como del feto. El equipo médico, en conjunto con la paciente, deberá sopesar cuidadosamente la necesidad de la cirugía y planificarla de manera que se minimicen los riesgos y se proteja la seguridad de ambos.

En resumen, aunque la mayoría de los quistes ováricos que se desarrollan durante el embarazo no requieren tratamiento quirúrgico, en determinadas circunstancias, como torsión, síntomas severos o quistes complejos, la cirugía puede ser necesaria. Como en cada caso la situación es única, se recomienda una comunicación abierta con el equipo médico para discutir las opciones de tratamiento y tomar decisiones informadas que prioricen la salud de la madre y del bebé.