En las últimas semanas de embarazo (a partir de la semana 36) el feto adopta una posición para nacer, es decir su cabeza se encuentra en el borde superior de la pelvis materna, por lo tanto esta parte fetal es capaz de desencadenar un trabajo de parto. La cabeza fetal provoca un descenso continuo dentro de la pelvis materna, por lo que toda mamá en las últimas semanas refieren alivio de la presión sobre el pecho y parte superior del abdomen se observa más abajo.
Otro de los cambios en el cuerpo de la mamá que se da de forma gradual son ubicados en el cuello del útero (cérvix), los cuales son: se mueve hacia adelante, madura y se reblandece, se puede decir que es la puerta de salida del feto.
Definamos ahora sí que es el parto es un proceso fisiológico / natural en el cual es expulsado el feto del útero de la madre por medio del canal vaginal, con ayuda de contracciones en el útero de la madre. Es aquí donde culmina el embarazo, se espera que sea a partir de la semana 37 de gestación.
¿Cómo se inicia el parto?
Por medio de señales que efectúa el feto que afirma que es maduro para nacer, por otra parte se inicia segregación de oxitocina la cual es una hormona como conocida del amor, esta sustancia provoca contracciones en el útero de la madre, que provocaran el nacimiento del feto por vía vaginal.
¿Cuáles son las señales de trabajo de parto?
Para saber que se está iniciando un trabajo parto, es por medio de las contracciones que son expresadas como el endurecimiento del abdomen y que se propaga hacia la parte inferior, y finaliza en la parte posterior de espalda (zona lumbar), habitualmente son irregulares que quiere decir que en 1 hora aproximadamente puede tener 4 contracciones con duración variable.
Otra señal es la expulsión del tapón mucoso, este tapón se ubica entre el cuello uterino que separa el canal vaginal y el interior del útero, este tapón mucoso es espeso y de color marrón / rojizo. A su salida puede que pase 1 semana para el inicio de parto.
¿Cuáles son los Periodos del Trabajo de Parto?
El parto como ya definimos es un proceso el cual se clasifica en periodos los cuales son:
- Dilatación y borramiento
- Expulsión
- Alumbramiento
Dilatación y borramiento.
Imaginemos que el cuello uterino / cérvix es un tubo o conducto de aproximadamente de 3 a 5 cm de largo el cual conforme se producen contracciones se ira acortando o borrando, a esta modificación le llamaremos borramiento habitualmente se expresa en porcentaje.
Recordemos que este conducto es la salida del útero para que el feto nazca, por lo tanto así como se va acortando también tiene que ir abriendo gradualmente a esto le llamaremos dilatación lo cual se expresa en cm, lo necesario son 10 cm esto permite que la cabeza del feto gire y descienda por el canal vaginal.
En este periodo de dilatación y borramiento, se divide en 3 etapas que va de acuerdo a los cm de dilatación que se exploran por medio de un tacto vaginal. Se divide:
- Fase Latente: en esta fase las contracciones son irregulares 1 cada 10 minutos, y al momento que el personal de salud realiza un tacto vaginal explora una dilatación de 1 a 4 cm.
- Fase activa: en esta fase las contracciones son regulares existen de 2 a 3 contracciones en 10 minutos, y cuando se realiza tacto vaginal se explora una dilatación mayor a 5 cm hasta los 9 cm.
- Fase de Transición: es una fase en la que las contracciones son regulares, y se llega a completar la dilatación hasta 10 cm.
La duración del trabajo de parto dependerá del cuerpo de cada mujer y el número de partos previos, en mujeres que es su primer parto esta etapa dura aproximadamente 12 a 18 horas.
Expulsión
Es la fase en la cual el feto hace sus últimos movimientos para descender por vagina y nacer. En la mujer existen signos de inicio de esta fase tales como el reflejo de empujar (necesidad de pujo), este signo surge por la presión del feto en la vagina durante las contracciones lo que crea sensaciones fuertes y la fuerte necesidad de empujar el feto al exterior. Es algo involuntario, difícil de controlar, del mismo modo que es un estornudo o un vómito.
Empujar fuertemente durante mucho tiempo y sin sentir la necesidad, es más riesgoso para dañar los tejidos como la vagina y periné. La mujer debe ser orientada a parir sin prisa, cediendo al impulso conteniendo la respiración y empujar solo cuando tiene la necesidad, esto provocara armonía con su útero y no desperdiciara fuerzas.
Otro signo de esta fase es el alivio de las sensaciones, para la mujer ya le es posible calmarse entre cada contracción, pensar con claridad y recobrar energías, animarse y hacerse más consciente de la presencia de otras personas. Este cambio permite a la mujer adoptar la posición que más le agrade para parir.
La duración de esta fase es de aproximadamente de 15 minutos hasta 3 horas.
Alumbramiento
Es la fase más corta, duración aproximada de 10 a 30 minutos. Después del nacimiento del bebé, el útero reanuda las contracciones para provocar la separación de la placenta de la pared uterina, y sucede la expulsión de la placenta.