Durante el embarazo, el correcto desarrollo y ubicación de la placenta son fundamentales para el bienestar tanto de la madre como del bebé. Sin embargo, en ocasiones pueden surgir complicaciones relacionadas con la placenta que requieren atención médica especializada. En este blog, abordaremos dos de estas complicaciones: la placenta previa y el acretismo placentario, explicando en qué consisten y cómo afectan el embarazo.
**Placenta Previa:**
La placenta previa es una condición en la que la placenta se encuentra en una posición anormalmente baja en el útero, cubriendo parcial o totalmente el cuello uterino. Esto puede causar sangrado vaginal, especialmente durante el tercer trimestre del embarazo. Los síntomas suelen incluir sangrado indoloro y repentino, lo cual puede ser alarmante para la madre. Es importante que se diagnostique adecuadamente a través de ecografías y que se sigan las recomendaciones médicas para minimizar los riesgos.
En algunos casos, la placenta previa puede corregirse a medida que avanza el embarazo, ya que la placenta se desplaza hacia arriba a medida que el útero se expande. Sin embargo, en situaciones donde la placenta previa persiste cerca del momento del parto, puede ser necesario realizar una cesárea para evitar complicaciones graves tanto para la madre como para el bebé.
**Acretismo Placentario:**
El acretismo placentario es una condición en la que la placenta se adhiere de forma anormalmente fuerte a la pared uterina, lo que dificulta su separación durante el parto. Esto puede generar complicaciones graves, como hemorragias postparto, infecciones y la necesidad de una histerectomía de emergencia en casos severos.
Existen varios tipos de acretismo placentario, que van desde acretismo placentario leve hasta acretismo placentario increta o percreta, dependiendo de la profundidad de la invasión de la placenta en la pared uterina. Esta condición suele diagnosticarse mediante ecografías de alta resolución y, en algunos casos, resonancias magnéticas. El manejo del acretismo placentario puede implicar una planificación cuidadosa del parto y la colaboración de un equipo multidisciplinario de especialistas para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.
Es fundamental estar informada sobre las complicaciones placentarias durante el embarazo para poder reconocer los síntomas y buscar atención médica oportuna si es necesario. Tanto la placenta previa como el acretismo placentario son condiciones serias que requieren un seguimiento adecuado por parte de profesionales de la salud. Mantener una comunicación abierta con tu equipo médico y seguir sus recomendaciones ayudará a garantizar un embarazo saludable y seguro tanto para ti como para tu bebé. ¡Prioriza tu bienestar y el de tu pequeño en este hermoso viaje hacia la maternidad!